Me sumo al canto del pájaro
que olvida para quien canta
y aún así sigue cantando.
Me elevo con la nube cálida,
que aún sabiendo que va a caer
sigue soñando en crecer.
Me abrigo entre flores silvestres
inocentes con suaves espinas,
alimento de algún animal,
pero ellas continúan en pie.
Sonrío al mirar al cielo,
respiro aire de estrellas
y juego a ser un niño
que alguna vez se animó a nacer.
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