Me imagino sin momentos,
suspendido en la eternidad.
Vacío totalmente de tiempo.
Sin esperas, ilusiones ni esperanzas.
Contemplando el vacío.
Sin más deseo
que mantenerme en el ahora.
Sin elección.
Sin dudas.
Sin nada que me interese
porque lo tengo todo.
Sin nada que me preocupe
porque no tengo nada que esperar.
Sacando el tiempo,
nada nos queda.
Somos quietud.
Irracionalidad.
Vago final de un sin-comienzo.
¡Qué aburrido!
¿Verdad?
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