Soy como un sacrificio
ofrecido al azar.
Envejecido por los años
de adulterio y sobriedad ajena.
Embebido en muecas de esperanzas
y falsos arreglos y tratados
entre mi Dios de la Fantasía
y el Demonio de mi Realidad.
Soy como el callado ruego
que suplica silencio del lado ajeno
para no sucumbir en la cobardía,
en el remedio del venero,
y en la ciencia de la magia
para no temblar.
Soy como pardo espejo
que avecina los destellos
de mil sueltas palomas
que se suicidan al amar.
Soy como el viejo vuelo
de un olvidado por sí mismo gorrión.
Soy como su ciego esmero
por sobrevivir a la fantasía de mi realidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario