Río cuando callo
con una risa perenne.
Lejos de mi propia vida
navego como lo hacen las aves,
con destino pero sin brújula,
a donde el destino me ciegue a la suerte.
Vivo como vivo,
sin ton ni son donde otros viven.
Sin razón para obviar mi muerte.
Aun cuando nací para ser presente,
mi futuro depende siempre de ella.
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